domingo, 22 de agosto de 2010

Castellón - Villafranca - Castellon by Alfonso&Rafa

CASTELLÓN - VILLAFRANCA
09 de Agosto del 2010

Y llega el día. Nueva subida a Vilafranca. Aprovechando que tengo que dejar el coche a reparar, subiremos en bici. Estamos en Vilafranca Rafa y yo con nuestras respectivas monturas, pues las subimos para hacer la marcha de BTT del pueblo.

Toda la tarde y noche anterior está lloviendo. Son las 7:00 y sigue lloviendo. Hemos subido por La Serra y Benasal, por Chodos y la Estrella y ahora buscamos un nuevo recorrido por Los Ibarzos (Els Ivarsos), Culla y la escoleta del canto.

A las 8:45 dejamos el coche y nos vamos a vestir empezando las primeras gotas del día. Son las 9:45 y empieza nuestro día.

Salimos a buen ritmo por carril-bici hasta La Pobla Tornesa. Hace mucho calor y cogemos agua en la fuente. Seguimos por la vía Augusta hasta desviarnos por pistas y caminos hasta La Barona. De aquí por pistas zigzagueando y siguiendo la línea de la luz, cruzamos la rambla de la Viuda y llegamos a Los Ivarsos. Llevamos dos horas, 35 kms y una media aceptable de 18,5 Km/h. Cogemos agua y comemos la torta de tomate que lleva Rafa. Un coche arranca y se le cae un bidón de agua. Rafa salta la valla y la recoge. Hoy Rafa me va a dar por todos los costados, si llego a saltar yo me dejo los dientes ahí.

Son las 12:00, toca el campanario y con el botellín lleno de agua partimos hacia Culla. Este terreno es desconocido para los dos. Y empieza la subida. Al poco vemos señales de “la cassola”, luego debe ser un buen puerto. Sabemos que estamos a unos 350 mtrs de altitud y tenemos que subir a los 1100 mtrs de Culla. Vamos subiendo por carretera pasando por “Torre Matella” donde paramos para visitar esta torre-masía. Seguimos subiendo y Rafa lleva un ritmo que ya no puedo seguir. Cruzamos la carretera de La Torre Embesora a Adzaneta y se inicia el infierno. Subida por carretera muy mal asfaltada, rampas muy duras (alguna andará entre 15 y 18 %), ningún descanso y lo peor, ninguna sombra. Con el sudor y el cansancio de la subida, intento quitarme las gafas y premio, salen disparadas haciéndose añicos, vamos bien. Pronto nos quedamos sin agua. A mitad de subida, Rafa, que va primero con distancia, para en una masía donde un hombre nos da de beber. Un rato de charra y seguimos con la subida y el calor. La velocidad de subida ronda los 5 km/hr. Conforme vamos subiendo empieza a correr algo de aire que agradecemos. Llegamos al cruce de la carretera de la Carrasca. Esta queda 4 kms por abajo y ya vemos San Cristobal de Culla y Benasal. Seguimos subiendo y llegamos a la “fuente del mercader”. No dejamos fuente sin parar y coger agua. Seguimos y la llegada a Culla se hace interminable. Parece que ya está ahí y no llega nunca y eso que esta carretera ya la conocemos. Llegamos a Culla, 1100 mtrs de altitud, 60 kms en total y dos horas y media desde Els Ivarsos hasta aquí para hacer 25 kms.

Nos refrescamos en la fuente, cogemos agua y a comer al mesón, donde a base de coca-cola y vino nos vamos recuperando del sofocón. Durante la comida decidimos subir a Vilafranca por Benasal que ya la tenemos de sobra conocida. La idea original era seguir el antiguo camino de Culla a Vilafranca pasando por la escoleta del Canto, pero mi estado de forma no es el adecuado. Todos estos días atrás hemos ido preguntando por este camino y la respuesta siempre es la misma: los que corren a pie no lo intentan por falta de agua, los que van en bici por que es intransitable con la máquinas y los del centro excursionista nos dicen que no lo hagamos. Estos últimos nos lo explican desde el Picaio. Es un PRV-1 bien señalizado y sin perdida, pero lleno de espino y pinocha, todo piedra y duro. No se puede ir sin pantalón largo.

Salimos de Culla a las 15:50 dirección Benasal por carretera. Volvemos a llenar agua en la última fuente y cogemos la pista a Vilafranca. Al kilómetro de coger esta pista encontramos unas señales que indican que la escoleta está a 1 hora y empalma con el PRV-1. Nos miramos: “ la idea original era por la escoleta, no?” y dispuestos a andar nos metemos por este camino. A los 200 metros ya vamos a pie. Vamos por un sendero que va bajando a la rambla de Benasal. A trozos está muy empedrado, se debió arreglar para tener una rápida comunicación entre las masías. A los 30 minutos llegamos a la rambla, la cruzamos y empieza la subida por un recorrido similar, siempre a pie. Tras 1º15’ llegamos a una masía donde hay una pista y un perro sin una pata que nos recibe ladrando. En la masía hay un abrevadero donde nos refrescamos y tengo el primer pinchazo. Reparación y llamada por teléfono para avisar que tardaremos en llegar. Muy graciosa, Mónica se preocupa por mi “tranquilo que si tienes calor ahora baja una tormenta de Iglesuela para abajo que te refrescará”. Seguimos unos metros por pista y al poco llegamos al cruce que vemos la escoleta abajo y el PRV-1 que va a Vilafranca.

Bajamos a pie y visita a la escoleta del canto y al conjunto de masías. Fotos con el móvil. Estas escoletas se hicieron en la época de la República donde se quería que no hubiera niños sin escolarizar. Esto hizo que se crearán estas escuelas donde acudían los niños de las masías circundantes y donde el maestro/a vivía todo el año. Por el espacio, debían acudir unos 20 niños aproximadamente de varias edades. Este tipo de escuela duró hasta los años 50 donde el éxodo de las masías provocó que desaparecieran. Queda en pie la sala de la escuela con tres pizarras, pupitres de dos con hueco para el tintero y cajón para libros, la mesa del maestro y estanterías para libros. Adjunta está la casa del maestro/a con su chimenea, cocina,”cuarto de baño”, y habitación. Por fuera el patio con su árbol para dar sombra y piedras puestas para hacer una jardinera pegada a la pared. Por supuesto, queda el hueco donde en su día debió haber un santo (parece de azulejos) para protección del lugar.

Salimos a las 18:00 por PRV-1 dirección a Vilafranca. Indica 9,2 kms y 3º10’. El tiempo nos parece una barbaridad y nos indica lo que nos podemos encontrar. Existe la posibilidad de retroceder lo andado y subir por Benasal. Estamos avisados de que sólo se puede hacer caminando y con pantalón largo. Nos volvemos a interrogar y …adelante…llegaremos a las 21:00. Sabemos que debe acabar por la masía Fores y de aquí son 5 kms a Vilafranca que podemos hacer montados en bici. Luego de caminata deben ser otros 5 kms. Estamos a 792 mts de altitud y debemos llegar a los 1300 mts de la raya del terme.

Y empezamos la cuesta con la bici al cuello por lo escarpado que es el terreno que no nos deja llevarla al lado. Y empiezan los problemas. Nada más iniciar las primeras rampas se me rompe la zapatilla izquierda. Lo solucionamos atando la suela con bridas que llevaba Rafa. Al momento tormenta de agua, que ya llevábamos rato oyendo. Rafa decide ponerse el chubasquero, a mi me apetece mojarme. Y así estamos unos 45’ con las monturas empinadas, lloviendo a cántaros, rayos y truenos algo lejanos y rascándonos las piernas con los espinos. El PRV-1 es una asegador (antiguo camino de paso entre dos paredes) que su poco uso ha hecho que se llene de maleza, pero sin pérdida y bien señalizado. A los pocos minutos de iniciarse la tormenta la cantidad de agua hace que el terreno esté totalmente encharcado. Al menos no hay barro, estamos en territorio de “la piedra en seco”. Esto hace que haya balsas de agua por todas partes y el consiguiente “chof-chof”. Al final la lluvia nos de 15 ‘ de respiro, seguimos nuestro camino entre espinos y algún que otro ¡ay! cuando la rascada ha sido algo más seria. Poco a poco, al ir subiendo de altitud, el espino va cambiando de aspecto y entramos en una zona de carrasca baja y pinar. Y de nuevo se acerca la tormenta. Esta vez es de menos tiempo pero la lluvia es intensa y los rayos y truenos muy próximos que estas montañas hacen que resuenen mucho. Es hora de colocarse el chubasquero, hace frío. Uno de los rayos cae muy próximo y nos pone los pelos de punta. Más tarde, comentándolo entre los dos este momento, parece ser que pensamos al unísono en dejar las bicis apartadas e ir al pueblo andando para llegar más rápido si continuaba la cosa así. Por suerte, la tormenta se fue desplazando y no cayó ningún rayo tan próximo., pero por si acaso seguimos con la cabeza cacha. Y así hasta las 20:00 donde el asegador llega a una masía y una balsa azul y este es el punto del antiguo camino de Culla a Vilafranca que hace muchos años intenté seguir con el plano cartográfico y aquí siempre perdía la pista.

Seguimos arrastrando las bicis y llegamos a la curva que separa el más de Fores del camino de Benasal. Ya no llueve. Rafa se sube a la bici “es verdad” ya no me acordaba que podemos subir a las monturas. Ahora todo es terreno conocido, recuerdo que aquí me fisuré dos costillas en la bajada hace unos años. Tenemos 2 kms de lenta subida (5 kms/hr) hasta la raya del terme que separa los términos de Vilafranca y Benasal. Seguimos el mismo recorrido que la marxa de BTT del sábado y “un tomb pel terme” del domingo. Bajamos sin mucha prisa, hablando de lo que hemos hecho y lo que hemos ido pensando, el rayo y ahora no llueve, aparece Vilafranca con sol y la tormenta por detrás, cuando una cabra montesa con sus enormes cuernos se nos cruza en el camino dándonos un susto. El animal no parece muy asustado y nos paramos a contemplarlo pues no se aleja mucho de nosotros. Al fondo la vista de Vilafranca por uno de los sitios poco vistos pero que a mí me parece el más bonito. Sólo nos falta el arco iris como en la ruta del Tajo.
Son las 20:30 llegamos al pueblo, Adelí nos espera para hacernos unas fotos, ducha y a cenar que nos esperan y Vilafranca está en fiestas.

Hemos salido a las 9:45 y llegamos a las 20:30. En bici 7:07:46 a una media de 12 kms/hr y 86,07 kms. A pie 1º15’ + 1º45’ y calculo cerca de unos 10 kilómetros a pie. Y visita a la ESCOLETA DEL CANTO.


Hemos subido por Benasal, por La Estrella y ahora por Culla. Una vez en frío, este último recorrido junto con el de La Estrella ha sido de lo más interesante. Hablando con la gente que nos había indicado el camino, algunos nos decían locos, otros que éramos duros (pero se notaba que lo decían por educación, en su cabeza debían pensar que éramos unos inconscientes), pero para Rafa y para mí (nos miramos y reímos) ha valido la pena. Repetirlo…. hummmm….nunca se sabe….podría ser….pero desde luego CON pantalón largo.









INTENTO DE BAJADA DE VILAFRANCA A CASTELLÓN
12 – AGO- 2010

Aviso a caminantes, piticlistas y aventureros, este recorrido es el que NUNCA, NUNCA, NUNCA se debe seguir para bajar de Vilafranca a Castellón.

Salimos a las 9:45 como el otro día, Rafa y yo. Pensamos que no hace falta madrugar, tenemos que estar a las 18:00 en Castellón para recoger el coche que dejamos a reparar el lunes y comprar comida y bebida para la peña para lo que queda de fiestas. Hemos decido volver a la escoleta del canto y hacer el tramo que nos queda desde aquí hasta Culla. Luego seguir el mismo recorrido de bajada por carretera, comer en La Barona y por Villafames y la piedra de Borriol llegar a Castellón.

Salimos con buen tiempo por el antiguo camino de Benasal. 3 km de subida hasta la raya del terme y 4 kms de bajada pasando por la curva del mas de Fores y el mas del Coll d’Evol. A los 9 kms llegamos a un pequeño cruce, sale una pista a la derecha, que después de comentar con la gente nuestra subida anterior, ahora nos dicen que por aquí se puede ir hasta la escoleta. Cogemos esta pista sin saber muy bien si es la correcta o no. Tras 6 kms y varias porteras pasadas llegamos a la masía del perro sin pata que nos vuelve a recibir. Esta vez el camino está lleno de vacas. Vamos poco a poco apartándolas excepto 4 que van delante de nosotros por el camino y no tienen salida. Decidimos subir por un campo de arriba y sortearlas, si no se harán mal con los cables. Tras 15 kms llegamos a la escoleta del canto. Son las 11:15.

Pequeña visita al lugar y buscamos las marcas para ir a Culla. El cartel marca 2:40 y 6,3 kms, es el PRV-1. Buscamos pero no encontramos las marcas. Sólo aparece la X que no debemos seguir. Empezamos a buscar caminos cada uno por un lado. Encontramos dos montículos de piedra que llevan buena dirección, tenemos claro que es este camino pero la masa de espino es tan grande que no podemos avanzar. Desde aquí distinguimos la subida de la rambla a Culla y el monte que tenemos que cruzar para llegar a la rambla. Y empiezan nuestras decisiones de mutuo acuerdo que nos van a llevar a un día muuuuuuy largo.

Tenemos la rambla abajo a la derecha por el camino que va a Vistabella. Decidimos bajar a la rambla y seguir este cauce para bordear la montaña que tenemos en frente y de aquí coger el camino a Culla. Sabemos por experiencia que las ramblas son muy malas de seguir, mucho calor, malas de caminar y pocas salidas. Pero da la sensación de que la rambla da dos curvas y bordea la montaña.

Bajamos andando por el camino a Vistabella, bien señalizado. Estamos en el Molí Nou y el mas de Monlleó. Al llegar al prado de la rambla nos reciben las vacas. Nos miran más sorprendidas que otra cosa. Hay algunas negras, son de leche pero tienen mala pinta. Seguimos andando por el prado sorteándolas sin darnos ningún problema, hasta que llega la última. Está preñada y se encara hacia nosotros. Tenemos que bajar a la rambla, su mirada, sus mugidos y que viene hacia nosotros un poco rápida no nos da la sensación de que seamos amigos. Y empieza la penitencia de la rambla.

Sabemos que en una rambla debemos de dosificar el agua, pero no nos imaginábamos que tanto. La rambla gira a la izquierda y luego para nuestra sorpresa el siguiente giro es a la derecha. Empiezan las dudas. Vamos a seguir hasta la siguiente curva a ver si da la vuelta. Pequeño giro a la izquierda y de nuevo a la derecha. Nos hemos equivocado. Lo tenemos claro. Estamos en el río Monlleó y no sabemos cuando enganchará la rambla de Benasal. El ir marcha atrás no nos parece buena idea, la rambla irá a parar a alguna masía y ya cogeremos algún camino.

Seguimos rambla abajo, unas veces por pequeñas piedras que permiten caminar, otras por piedras y cantos rodados que nos obliga a subir la bicicleta al cuello. Y llega el momento de las charcas y balsas de la lluvia. De una de ellas nos sale una pequeña cabra. Estas charcas nos sirven para ir refrescándonos. Algunas las podemos sortear pero otras las tenemos que pasar por dentro. Nos cubren hasta la rodilla y son de agua fría de lluvia, hasta que llegamos a una bastante profunda. No hay más remedio que entrar a ella y como sospechábamos nos va a refrescar más allá de las partes íntimas.

Seguimos por la rambla sin encontrar ninguna masía o camino. El tiempo pasa y los kms van muy lentos. Hablamos, “hoy será uno de esos días para recordar”. A las 14:00 llegamos a la desembocadura de la rambla de Benasal. Vamos dejando Culla a la izquierda y llevamos dirección de Benafigos. Nueva decisión. Como la rambla se ensancha seguro que hay alguna masía o algún camino, así que rambla abajo y no subimos por la de Benasal. Y la rambla se ensancha, encontramos un molino en ruinas que nos indica que vamos de bajada, pero no camino de salida. El río Monlleó desemboca en la rambla de la Viuda a la altura de Els Ivarsos y previamente tiene que cruzar la carretera que une La Torre Embesora con Adzaneta. Son muchos kms pero pensamos que al final habrá salida. Por supuesto, al coche no llegamos y a la cena a Vilafranca tampoco (se quedan sin postre y sin tónica para el gin-tonic). Es más, empezamos a sospechar que se nos puede hacer de noche en el camino.

Seguimos rambla abajo. Las charcas son más escasas y de agua caliente. Las aprovechamos para llenarnos los botellines, refrescarnos y mojarnos la boca. Hace mucho tiempo que nos hemos quedado sin agua potable. Aparece otra masía abandonada pero sin camino aparente. Debajo hay una cruz de hierro de algún muerto. Rafa no se da cuenta pero yo ya no tengo ganas de acercarme. Seguimos nuestro lento caminar. La rambla sigue desviándose a la derecha. Una pequeña parada de 5’ para comer y pensar. Rafa va por delante. Agotamos las barritas, seguimos y lo que pensábamos que se iba a ampliar se va encajonando en un barranco, donde las montañas no nos suenan de nada, parecen las de Vistabella por lo altas que son. Se va levantando tormenta de tarde. Sólo pensamos en salir de la rambla antes de que anochezca.

Sobre las 15:30 vemos que en las curvas de la rambla hay zonas por las que hace tiempo debió de pasar algún vehículo y que nos permite avanzar más rápido y con mayor confianza. Al final encontramos una pista y nueva decisión. Para arriba o para abajo. Empieza a llover y lo agradecemos. Tiramos hacia abajo, esta vez montados en nuestras bicis y tras 15’ llegamos a un cruce señalizado: 1º- Peñacalva, 1º10’ Culla. Peñacalva parece pista y Culla senda. Es el PRV-225. Son las 16:00 y el cansancio y la sed hacen mella, vamos a lo seguro, a Culla.
Si marca 1º10’ pensamos que en 1º30’ estaremos en Culla, pues no. Empieza la lenta subida con lluvia. Los botellines sin la tapa para ver si se llenan algo de agua. Nos vamos arrimando a las plantas (las que no pinchan) para refrescarnos y con la cabeza le damos a las ramas de los árboles para mojarnos. A los 15’ deja de llover. Rafa intenta coger agua de las ramas de los árboles y confirma que lo del “superviviente” de la tele es sólo eso, tele. Estamos subiendo al lado de una gran montaña blanca, más tarde sabremos que es la peña blanca. El camino por fortuna está muy bien indicado como PR. El caminar es muy lento, es un continuo zigzag que cuando paramos a descansar tenemos que frenar las bicis para que no nos arrastren. Otras veces cruzamos laderas de piedra suelta que no sabes que es mejor, si llevar la bici por debajo por que te cae o tú por debajo y vamos el conjunto de bici/animal para abajo.

Poco a poco vamos alcanzando lo que creemos que es la cima. Debemos subir a los 1100 mts de altitud de Culla. Rafa va por delante y le voy preguntando si llega el final, pero no, siempre hay otra loma enfrente. Y de loma en loma seguimos subiendo lentamente. Paramos una vez para sentarnos, juntarnos y hablar. Es sólo un momento, miramos los móviles y seguimos sin cobertura, como todo el día. Decidimos no parar más, de momento no nos ha cogido ninguna pájara, pero una parada un poco más larga de lo debido puede tener malas consecuencias por el cansancio y el frío que está bajando. La niebla empieza a verse en las puntas de las montañas y va cayendo. No hay nada peor en el monte que la niebla para desorientarte.

Seguimos subiendo hasta que el monte se despeja y vemos una masía con una furgoneta y pista hormigonada. Nos queda un último repecho de unos 200 metros de PR-225 muy escarpados. No tenemos la fuerza de llevar la bici al cuello, así que subimos primero un poco la bici, luego nosotros y así hasta el final. La 1º10’ se han convertido en 2º30’. Aparece por fin la tan deseada pista, con cartel a Culla de 30’. Tenemos cobertura en los móviles y llamamos para que sepan donde estamos (gran perplejidad por parte de los que nos escuchan) y que vengan en coche a buscarnos.

Seguimos por la pista y a los 10’ entramos en Culla por el campo de futbol. Hay un cartel donde indica el recorrido de lo que es el PRV-225 circular. Nosotros si que hemos hecho el círculo rizado. Llegada a la fuente donde nos lavamos, bebemos como si nos fuéramos a quedar sin agua, nos abrigamos y de nuevo al bar-mesón del otro día.
Son casi las 19:00, desde las 9:50 que salimos de Vilafranca. Los del bar nos ven y nos dan de comer sin problemas, aunque sean las sobras de la comida. Comemos y bebemos con buen apetito hasta que llega nuestro rescatador, Luis. Cuando llega, le contamos por donde hemos estado y es el único que medio reconoce por donde hemos ido, cerca del camino de Culla a Vistabella. Carajillo y a cargar las bicis que llueve.

Hemos salido a las 9:50 de Vilafranca y llegamos a las 18:45 a Culla. En línea recta son unos 15 kms. Calculo que hemos hecho unos 30 kms, los 15 primeros en bici, los 3 finales también, costándonos unas 2 horas encima de ellas. El resto, unas 7 horas andando con la bici a rastras y unos 12 kms.

Este recorrido puede ser que lo haya hecho alguien andando, muy difícil en moto, imposible a caballo y dos inconscientes en bici. Como el Google haya hecho una foto y nos hayan pillado, lo que se van a reír de nosotros. De todas formas, ya somos la risa de la peña, conocidos y el chiste fácil para lo que queda de fiestas, que si nos regalarán un GPS(no , por favor) que si no tenemos la copa de chocolate y nata de postre, donde están los gin-tonics… y lo que durarán las risas. El coche lo recogemos al día siguiente, por supuesto bajamos con otro coche, nada de bicis, hemos tenido bastante. De positivo se puede sacar que ya tenemos un recorrido para ir andando desde Vilafranca por pista a la escoleta, visitarla y volver por el asegador del PRV-1, unos 26 kms. También se puede hacer una caminata por el PRV-225, de Culla pasando por la peña blanca y la peña calva (creo que este es el camino de Culla a Vistabella) y volver bordeando estas montañas. Marca unas 4 horas, pero el que lo intente que no se fíe de los tiempos y lleve mochila con abundante agua y algo de comida. El PRV-225 parece un paisaje muy interesante y lleno de cabras, aunque nosotros ya no nos fijábamos. Nos sigue faltando la bajada o subida de Culla a la rambla, quien sabe si algún día… y lo que si hemos aprendido es que NUNCA, NUNCA, NUNCA hay que seguir las ramblas.